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Cada una de las doce patas de apoyo de la estructura de la cúpula está formada por dos piezas de perfil cuadrado comercial de acero, de 800 mm de longitud, que ajustan una dentro de la otra, según el esquema mostrado en la Figura 24.
El perfil exterior, de 20 mm de lado (2 mm de pared) tiene un tapón de plástico de esa medida en uno de los extremos, para impedir el deterioro de la superficie donde se apoye. A 30 mm del otro extremo se han practicado sendos orificios, de 5 mm de diámetro, en una pareja de caras opuestas, que permiten introducir un pasador de dicho diámetro y 40 mm de longitud. Este pasador va sujeto a una cadena de 160 mm de longitud, cuyo extremo va soldado a una de las caras no perforadas del perfil. El juego pasador-cadena es de acero galvanizado y su misión es permitir ajustar el elemento interior a la altura deseada.
El perfil interior, de 16 mm de lado (2 mm de pared) lleva en sendas caras opuestas siete orificios de 7 mm de diámetro, repartidos en toda su longitud, es decir, la distancia entre sus centros es de 100 mm. De esta forma, haciendo coincidir cada pareja de orificios con la practicada en el perfil exterior, es posible introducir el pasador y bloquear el deslizamiento relativo de ambas piezas. Uno de los extremos del perfil interior se ha redondeado interiormente para que pueda encajar en el elemento correspondiente de la unión ecuatorial.
Con este dispositivo, la estructura de la cúpula se puede elevar desde un mínimo de 80 cm (medida de las patas de apoyo) hasta un máximo de 150 cm (altura que alcanzaría introduciendo el pasador en el último orificio del perfil interior. Evidentemente, la elevación se podrá hacer en tramos de 10 cm, distancia entre dos orificios consecutivos del perfil interior.
Una vez construidas todas las piezas, se sometieron a un proceso de niquelado, con objeto de protegerlas de la corrosión.