Hasta aquí se ha venido hablando de distintas formas de energía. Sin embargo, es conveniente ahora establecer claramente los distintos medios energéticos que se encuentran hoy en fase de explotación o investigación y que previsiblemente acompañarán al hombre en el futuro. A este respecto es fundamental diferenciar las fuentes energéticas según su origen, ya que de él no sólo dependerá su posible duración, sino que además indicará su tecnología de aprovechamiento. Se distinguen así:
Dentro de las fuentes de energía no renovables se consideran los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural), así como el uranio, materia prima para la producción de energía nuclear de fisión. Estas fuentes energéticas son consideradas actualmente como convencionales, pero existen otras fuentes alternativas, cuyo estudio para su aprovechamiento a gran escala se ha iniciado hace pocos años: se trata de las pizarras bituminosas y las arenas asfálticas, que presentan un cierto parentesco geológico con el petróleo.
Por su parte, las fuentes de energía renovables son aquéllas que proceden del flujo de energía que recibe contínuamente la Tierra, y que tiene su origen en el Sol, aunque en ciertos casos existe una cierta contribución de los campos gravitatorios terrestre y lunar.
Aunque casi una tercera parte de la energía procedente del Sol es reflejada por la atmósfera terrestre, las dos terceras partes restantes la atraviesan experimentando o no cambios en sus características, lo que da lugar a las distintas fuentes renovables de energía, representadas en la Figura 1.2 y cuyas formas de captación y aprovechamiento serán asimismo diferentes. Estas fuentes renovables, cuyo estudio se aborda en los capítulos posteriores, son las siguientes:
Ahora bien, el hecho de que una fuente de energía sea renovable no quiere decir que sea abundante o que su explotación resulte gratuíta. Por ello se ha intentado revisar los conocimientos tecnológicos en relación con los diferentes procedimientos para captar y transformar estas fuentes en energía útil al mínimo coste posible. Debido al gran interés despertado por las mismas en función de su bajo o nulo deterioro del medio ambiente y en relación al posible agotamiento de las fuentes energéticas convencionales, se ha incrementado enormemente el estudio de sus posibilidades de utilización con vistas a encontrar en ellas una alternativa frente a los combustibles fósiles y nucleares.
Según los expertos, para que exista una alta probabilidad de éxito de las tecnologías de aprovechamiento de las fuentes energéticas renovables, deben coincidir los siguientes factores:
Todos estos factores constituyen serias barreras para el desarrollo a gran escala de las fuentes de energía renovables. La complejidad del problema requiere planes a largo plazo y una amplia cooperación internacional, abierta a todo tipo de iniciativas.