El agua y su energía

La energía potencial del agua

La energía del agua, o energía hidráulica, es esencialmente una forma de energía solar. El Sol comienza el ciclo hidrológico evaporando el agua de lagos y océanos y calentando el aire que la transporta. El agua caerá en forma de precipitación (lluvia, nieve, etc.) sobre la tierra y la energía que posee aquélla por estar a cierta altura (energía potencial) se disipa al regresar hacia lagos y océanos, situados a niveles más bajos.

Una corriente de agua contiene dos formas de energía: la debida a su velocidad (energía cinética) y la debida a su elevación (energía potencial). Esto significa que se pueden aprovechar tanto pequeños desniveles por los que circula gran cantidad de agua, como grandes desniveles por los que circula un pequeño caudal.

El potencial hidráulico mundial equivale aproximadamente al consumo energético total actual, pero sólo es utilizable una cuarta parte. En realidad sólo se está aprovechando hoy día una cuarta parte de esta cantidad, por lo que la energía hidráulica puede contribuir aún en mucha mayor medida de lo que lo está haciendo hasta ahora como fuente de energía alternativa a los combustibles fósiles.

Este hecho se debe a que la energía hidráulica es una de las formas más puras de la energía disponible: no es contaminante y puede suministrar trabajo sin producoir residuos. Es relativamente fácil de controlar y su rendimiento de transformación es muy alto (mayor del 80 %). Su importancia radica en que se aprovecha un recurso renovable, es muy rentable, produce directamente energía mecánica o eléctrica (y no calor) y puede obtenerse con dispositivos captadores casi de cualquier tamaño.

Debido a todo ello, se han instalado todo tipo de máquinas captadorea de la energía del agua alrededor de todo el mundo, pero no sólo en la actualidad, sino desde hace ya cientos de años.