Una buena parte de la energía solar es absorbida por las plantas verdes para el crecimiento de la materia orgánica, que almacena la energía en forma de materia viva, que se denomina biomasa. La cadena biológica hace que parte de esta biomasa vegetal se transforme en biomasa animal. Además, se generan residuos agrarios, industriales y urbanos, cuyo contenido energético puede ser aprovechado.
Los residuos se pueden aprovechar por vía térmica o biológica. Algunos ejemplos de estas dos vías serán mostrados en los experimentos desarrollados a continuación.
También se pueden utilizar los llamados cultivos energéticos, plantas que contienen sustancias combustibles y que pueden ser obtenidas por extracción, como veremos en la experiencia correspondiente.