Una conexión dedicada es la forma de acceso a Internet de mayor calidad. Se consigue con una línea digital de alta velocidad (y, generalmente, de alto coste) y permite que el ordenador tenga su propio número de identificación y conexión a tiempo completo. Este tipo de conexión es inviable para usuarios individuales, aunque sea la usual para instituciones universitarias, gubernamentales y grandes empresas.
Estos organismos generalmente proporcionan acceso a Internet a sus miembros a través de una red de área local o LAN [Local Area Network], cuyos puntos de acceso pueden ser simples terminales, estaciones de trabajo [workstations] u ordenadores personales, conectados mediante un cableado específico. Cada usuario dispone de una cuenta personal [personal account], que supone estar dado de alta como usuario del sistema con un "nombre de usuario" [username], una "contraseña" [password], unos derechos de acceso y cierta cantidad de espacio de disco.
Un usuario de esta red simplemente necesita una cuenta personal para tener acceso a Internet y posee las ventajas de una conexión de alta velocidad y de la utilización de programas locales, que pueden proporcionar atractivos entornos de trabajo.