En los últimos años, Windows ha sido el entorno informático que ha alcanzado una mayor difusión entre todos los usuarios de ordenadores personales. Los motivos han sido varios, pero uno de los más importantes ha sido su facilidad de empleo. En el año 1991 aparece Windows 3.0, que proporcionaba a los usuarios un entorno gráfico amigable y muy sencillo de utilizar. Este entorno se popularizó de forma importante con la aparición de las versiones 3.1 y 3.11 Para Trabajo en Grupo, desembocando finalmente, y de forma casi explosiva, en Windows 95 y Windows 98. Por la similitud de ambos se denominarán en lo sucesivo de forma conjunta como Windows 9x.
Windows 9x es un sistema operativo de entorno gráfico de 32 bits, con una interfaz orientada a objetos, funciones para trabajo en redes locales y remotas, gestión de periféricos, ayuda interactiva y soporte de las últimas tecnologías, de entre las que destaca "Plug and Play" [enchufar y usar]. Si bien su núcleo es aún de 16 bits y se apoya fuertemente en MS-DOS, puede ejecutar aplicaciones de 32 bits, lo que permite compartir dispositivos y, por tanto, hacer posible trabajar en modo multitarea. Todo ello precisará, sin embargo, de un ordenador personal de elevadas prestaciones (el procesador más avanzado, la mayor cantidad de memoria y el disco duro más grande que el usuario se pueda permitir). Por motivos de compatibilidad pueden seguir ejecutándose bajo Windows 9x la mayoría de las aplicaciones diseñadas para MS-DOS y para Windows 3.1.
La interfaz de Windows 9x está orientada a objetos, cada uno de los cuáles tiene sus características propias. Es usuario siempre realiza las mismas operaciones sobre los objetos (representados por iconos o pequeños dibujos), pero estas operaciones se interpretan de distinta forma según el tipo de objeto, según un "Menú de Contexto" [Context Menu] que aparece al pulsar el botón secundario (derecho, para los diestros) del ratón. La característica más importante de este menú es una opción denominada "Propiedades" [Properties], que permite configurar adecuadamente el objeto.
El elemento fundamental de este entorno gráfico es la "ventana" [window], recuadro que aparece en la pantalla y que presenta algún tipo de información. Las ventanas tienen tres botones en la parte superior derecha (maximizar, minimizar, cerrar), una Barra de Título [Title Bar] central y una línea de menús bajo ésta, con diferentes opciones para manipular el contenido de la ventana. También suele haber una Barra de Herramientas [Tool Bar] debajo de la línea de menús, con iconos que representan las principales opciones de aquéllos. La parte inferior de la ventana está formada por una Barra de Estado [Status Bar], con información relativa al contenido de la ventana, y cuya esquina derecha contiene un control para modificar su tamaño.
La estructura básica de Windows 9x se asienta sobre la Barra de Tareas [Task Bar], una estrecha franja rectangular que, por defecto, ocupa todo el ancho de la parte inferior de la pantalla, que contiene el escritorio gráfico con que arranca el sistema. En la parte izquierda de la Barra de Tareas hay un botón denominado "Inicio" [Start], que sirve como punto de referencia para todas las acciones que se deseen hacer en Windows 9x: se trata de un centro de control desde el cual es posible ejecutar todas las herramientas y aplicaciones instaladas. A la derecha de la Barra de Tareas puede haber un conjunto de indicadores para mostrar diversos aspectos del sistema (reloj, control de volumen, control de impresión, conexión telefónica, etc.). El resto de la barra de tareas es utilizado por el sistema para mostrar un icono por cada nueva aplicación que se ejecuta, lo que permite conocer el número de aplicaciones que se están ejecutando y acceder a aquéllas que no aparecen en pantalla.