COPIAS EN PAPEL

A las copias de papel también se le llaman ampliaciones, aunque este término sólo se debería utilizar para las copias de tamaño grande.

Un paso intermedio entre los negativos y las ampliaciones son los contactos. Entenderemos por contacto, el hacer una ampliación a escala 1:1 de los negativos de la misma lámina de papel. Así, podremos ver todos los negativos, positivados, sin necesidad de hacer todas las ampliaciones.

Para poder ampliar, es necesario una serie de aparatos, tales como:

El procedimiento es el siguiente:

Nos aseguramos de que no hay ninguna luz en el cuarto oscuro, y encendemos la luz roja.

Se coloca el negativo en el portanegativos, con la parte mate hacia abajo.

Se sube el cuerpo de la ampliadora, hasta obtener el tamaño de la imagen deseado.

Se enfoca, con el máximo de luz posible (el diafragma, muy abierto).

Se pone el filtro rojo.

Se coloca el papel fotográfico debajo del haz de luz roja.

Se cierra un poco el diafragma.

Se quita el filtro rojo, a la vez que se toma el tiempo que está expuesto el papel a la luz blanca.

Hemos de tener en cuenta lo siguiente: cuanto más alto esté el cuerpo de la ampliadora, más tiempo necesita estar expuesto el papel.

Cuando más cerrado esté el diafragma, más tiempo de exposición necesitaremos, y más contraste obtendremos en la fotografía. Este diafragma cerrado se suele utilizar en negativos débiles.

Por el contrario, cuanto más abierto esté, menos tiempo y menos contraste.

Si el papel ha estado demasiado tiempo expuesto, la foto quedará negra, y si ha estado poco, las imágenes casi no aparecen.

También tenemos que tener en cuenta el grado de dureza del papel, aunque el más normal es el 12.

Para saber el tiempo exacto de exposición, sin estropear un papel entero, podemos hacer tiras de prueba.