PROCEDIMIENTO
Apagar la luz blanca, totalmente a oscuras.
Sacar la película del chasis y enroscarla en la espiral del tanque de revelar negativos, según el tipo de espiral:
A.- Asegúrese de que tiene todas las partes del tanque, la película y las tijeras antes de ponerse la bolsa opaca o de apagar la luz. Si la espiral es ajustable, adáptela al formato que vaya a revelar.
B.- Asegúrese de que tiene todas las partes del tanque, las tijeras y la película antes de empezar.
Una vez enroscada la película en la espiral, y metida ésta última en el tanque y cerrado este, ya podemos dar la luz, una luz no muy fuerte.
El proceso es el siguiente:
1.- Vierta el revelador con el tanque inclinado para que pueda salir el aire.
2.- Ponga el reloj en marcha, golpee el tanque para eliminar las burbujas. Siga las instrucciones de agitación del revelador, por ejemplo ponga el tapón e invierta el tanque dos veces cada medio minuto durante todo el revelado.
3.- Al final, extraiga el revelador volcando el tanque.
4.- Vierta el baño de paro en el tanque y agua durante 10 segundos. Deje el tanque en el baño de agua hasta completar 1 minuto aproximadamente.
5.- Vacíe el paro. En lugar de éste puede emplearse agua a 20ºC, llene el tanque, agite durante 10 segundos, vacíelo y repita el proceso.
6.- Vierta el fijador y agite una vez cada minuto. El tiempo de fijado suele ser de 10 minutos por lo menos. Vuelva el fijador a la botella y lave.
Si emplea un tanque de plástico, agite con la varilla, haciéndola girar durante el revelado en un sentido y en otro cinco segundos cada medio minuto.
¿Qué ocurre durante el proceso?
Al sacar la película de la cámara no hay imagen visible en la misma, porque la exposición sólo ha logrado transformar en plata metálica unos pocos átomos de sal. El revelado consiste en una amplificación de este primer paso. Los compuestos del mismo favorecen la formación de delgados filamentos de plata metálica negra, que constituyen la imagen.
La imagen latente.
Antes del procesado, el negativo lleva una imagen latente invisible de la escena expuesta.
Comienza el revelado.
Las partes de la imagen que recibieron más luz empiezan a aparecer en forma de tonos grises.
Fin del revelado.
Ya se ven los medios tonos y las sombras; las luces son mucho más oscuras.
Paro o aclarado.
Este baño interrumpe el revelado neutralizando o diluyendo el revelador.
Fijado.
El fijador disuelve las sales de plata no reveladas, transformándolas en haluros invisibles e insensibles a la luz.
La imagen final.
La imagen ya es visible a la luz normal.
Tenemos que tener en cuenta que cada tipo de carrete y marca tiene un tiempo de revelado distinto, y que también depende del revelador usado, de la concentración de éste y de la temperatura.
Para todo esto existen unas tablas, que se suelen encontrar al comprar los carretes o los reveladores sobre todo.
Después del fijador conviene dar un baño de humectante durante 1 minuto.
Pasado el tiempo de revelado se vacía el revelador en una botella ya que el líquido se puede utilizar más de una vez, y se apunta las veces que se ha usado ese líquido.
La función del fijador, como su propio nombre indica es la de fijar la película para que la luz blanca no la vele, esto lo consigue al transformar en haluros, invisibles e insensibles a la luz, las sales de plata no reveladas.
Este líquido también se guarda y se apunta las veces que ha sido utilizado.
El siguiente paso es el lavado, proceso importante para que no queden manchas, se debe lavar durante más de 5 minutos y posteriormente, en un baño humectante, durante 1 minuto. El humectador es una especie de jabón, que evita que queden marcas de gotas al secar la película.
Posteriormente se saca la película de la espiral, y se tiende en una cuerda como si fuera un calcetín, teniendo en cuenta de no poner ningún fotograma en contacto con las pinzas ni con la cuerda. Es aconsejable el poner dos pinzas a la parte de abajo, para que pese y no se enrosque el negativo al secar. Una vez secos, se cortan en tiras de 5 ó 6 y al clasificador.
Forzar un carrete, consiste en ajustar el fotómetro de la máquina, con una ASA diferente al que tiene el carrete que está dentro de la máquina, por ejemplo si tenemos una carrete de ASA 100, ponemos en la máquina que es de ASA 400.
Si revelamos un carrete que previamente hamos forzado, el tiempo de revelado es distinto, debiendo duplicar o triplicar el tiempo de revelado. Se suelen forzar los carretes cuando la luz existente es muy pequeña. No se puede forzar sólo algunas fotografías, ha de ser todo el carrete.