COMPOSICIONES SIMÉTRICAS Y ASIMÉTRICAS

Al componer con los volúmenes y líneas que antes hemos estudiado puede hacerse de dos formas: simétrica y asimétricamente.

¿Qué es simetría? comenzaremos por aclarar que simetría es un conjunto de elementos, masas o cuerpos, iguales repartidos a igual distancia y en partes iguales a uno y otro lado de un eje vertical, horizontal, inclinado, o bien de un punto o cuerpo central.

Veamos seguidamente varios ejemplos de composiciones simétricas:

Esta simetría en fotografía no siempre precisa de elementos o cuerpos iguales, pues se consigue igualmente con otros distintos, siempre que visualmente den la misma sensación, al estar colocados sus elementos, dentro del formato de la fotografía, en proporciones regulares y equidistantes a un punto central o eje.

El resultado de una fotografía simétrica suele ser monótono y frío. Por ello los profesionales rara vez recurren a ella, salvo que deseen obtener un resultado determinado y lo hagan deliberadamente para obtener ese efecto que pretenden.

Por el contrario, la fotografía asimétrica no tiene ese equilibrio natural que da la simetría, ya que rompe con ella. Para evitar un resultado final desequilibrado hay que recurrir a buscar otra forma de equilibrio. Esto se conseguirá si situamos las imágenes dentro del formato convenientemente agrupadas, de forma que un elemento quede compensado con otro, mayor o menor.

Una de las fórmulas para obtener resultados visuales efectivos en la composición asimétrica, es utilizando los llamados "puntos fuertes" que se consiguen dividiendo el formato en tres partes horizontales y otras tres verticales. Los puntos donde se cruzan estas líneas son los llamados "puntos fuertes de interés". De ellos son particularmente interesantes los que señalamos en el dibujo con un doble redondel.

Las líneas utilizadas para dividir el formato en tres partes iguales, son también centro de interés de la imagen, o pueden serlo si se utilizan adecuadamente.

Tenemos el problema del "peso" de los volúmenes a utilizar. Con la composición simétrica este problema no existía pues se pesaban igual y al colocarlos a igual distancia de un eje se equilibran. Ahora nos encontramos con unos volúmenes distintos a diferente distancia y hay que conseguir también su equilibrio.

Acuérdese el alumno de las antiguas balanzas llamadas "romanas". Si es muy joven puede no haberlas conocido pero habrá oído hablar de ellas o las habrá podido ver en algún pueblo donde aún se usan para pesar. Sabrá que tienen junto al eje central el gancho para colgar el artículo que hay que pesar y una larga barra por la que se desliza una pequeña pesa. Cuanto más se aleja ésta del eje mayor peso equilibra.

Pues bien, con la composición ocurre algo parecido a las romanas ya que cuanto más lejos ponemos un motivo mayor peso equilibra. Para verlo más gráficamente observe el dibujo siguiente. En él hemos dibujado una serie de figuras en perspectiva que van siendo más pequeñas según se aleja, pero que siguen teniendo el mismo peso. Es decir, si se tratase de personas de igual estatura y peso resultarían cada vez más pequeñas según se alejasen de la cámara pero seguirían teniendo su peso real igual al de las figuras más próximas. Por tanto queda bien claro que un objeto distante pequeño puede equilibrar otro cercano mucho más grande.