Características del agua

El agua pura es un líquido incoloro, inodoro e insípido muy estable. Es el constituyente mayor de los seres vivos, es el disolvente más importante que existe y reacciona con muchos metales, óxidos y sales.

La superficie de la Tierra está cubierta por agua en sus tres cuartas partes. Su cantidad se mantiene constante de forma dinámica, formando `parte de un proceso conocido como "ciclo hidrológico", durante el cual se producen continuos intercambios de agua entre las distintas partes de la biosfera en los que la energía solar es fundamental.

Las grandes masas de agua del planeta emiten constantemente vapor de agua debido a la acción de la energía solar. El aire húmedo sube a las zonas altas de la atmósfera, donde se produce una condensación, que forma las nubes. Si las gotas de agua se unen, según su temperatura terminan cayendo sobre la tierra en forma de precipitación de agua, nieve o granizo. Las precipitaciones dan origen a corrientes de agua que, debido a la diferencia de altura, fluyen hacia los lagos, mares u océanos, cerrando el ciclo.

Durante esta última etapa del ciclo el agua ataca a los componentes del suelo, cargándose de diversas sustancias. Por tanto, el agua en estado natural no es pura, sino que contiene diferentes sustancias que modifican sus propiedades.