El "lavado" ("scrubbing") agrupa las técnicas que utilizan un líquido para separar las partículas en suspensión en forma de lodo.
Los equipos de lavado hacen pasar el gas en flujo cruzado a través de una "lluvia" de líquido lavador. Se trata de un impacto directo, en el que las gotas de líquido tienen sólo una función mecánica: la lluvia líquida arrastra las partículas sólidas contenidas en el gas, produciéndose un lodo que se separa de la corriente gaseosa.