La presencia humana

La presencia de una gran población humana ha de dejarse notar y comienza a jugar un papel fundamental en las alteraciones del medio. El modelado del planeta con los seres humanos como nuevos elementos incorporados (sobreabundantes y consumidores de recursos), tiene que ser distinto. Si se conociese el funcionamiento de los procesos naturales, podría intentarse no alterarlos en aras a la supervivencia de todas las especies.

Históricamente el ser humano se ha sumado a los efectos destructivos naturales: deforestación, pastoreo intensivo, monocultivos, explotación abusiva de acuíferos, caza y pesca excesivas, utilización de productos agroquímicos, secuelas de la extracción de minerales, urbanización de extensas zonas, construcción de vías de comunicación, modificación de vías fluviales, construcción de sistemas de transporte energético, etc.

El ser humano no puede seguir desequilibrando el medio con su actividad, ya que él también sufrirá los efectos de sus propias acciones. Será necesario estudiar la interacción entre las nuevas actividades y el medio en que se lleven a cabo, lo que se denomina "evaluación del impacto ambiental". Como no se conocen suficientemente estas interacciones será necesario tener presente la escasa capacidad predictiva de que se dispone y la consiguiente imprecisión de dicha evaluación.