GENERALIDADES
En general, la baja densidad física y energética de gran parte de la biomasa, tal como se recupera de los residuos o se recolecta directamente del terreno, así como su contenido en humedad, muchas veces alto, determinan que en la mayoría de los casos no sea adecuada como tal para reemplazar a los combustible fósiles sólidos (carbón), líquidos (petróleo) o gaseosos (gas natural). Se hace necesaria, pues, la transformación previa de la biomasa en combustibles de mayor densidad energética y física, contándose para ello con diversos procedimientos, que generan una gran variedad de productos.
Los combustibles originados a partir de la biomasa presentan la mayor parte de las
características favorables de los combustibles fósiles:
Además, y debido a su naturaleza orgánica, la biomasa no participa de muchos de los inconvenientes de los combustibles fósiles, es decir, posee las siguientes ventajas adicionales:
Así, proceda de residuos o de cultivos energéticos, la biomasa es transformada en vectores de energía (calor, combustibles, electricidad) que conducen a la forma de energía útil requerida por un proceso determinado (energía mecánica, electricidad específica).
Algunos combustibles pueden obtenerse de la biomasa directamente por extracción (plantas productoras de hidrocarburos), pero es más normal someter la biomasa a distintas manipulaciones, según su naturaleza y contenido en humedad, para su transformación en combustible. Estas transformaciones pueden dividirse en dos grupos, de acuerdo con la naturaleza de los procesos implicados.
Los procesos termoquímicos de conversión se basan en someter la biomasa a la acción de altas temperaturas y pueden dividirse en tres amplias categorías, dependiendo de que el calentamiento se lleve a cabo con exceso de aire (combustión), en presencia de cantidades limitadas de aire (gasificación) o en ausencia completa del mismo (pirólisis). Los materiales más idóneos para su conversión termoquímica son los de bajo contenido en humedad y alto en lignocelulosa, tales como madera, paja, cáscaras, etc.
La biomasa con alto grado de humedad puede transformarse mediante procesos bioquímicos por fermentación alcohólica o digestión anaerobia en etanol o metano, respectivamente. En la actualidad, las técnicas más desarrolladas son, por un lado, la fermentación de materiales azucarados, celulósicos o amiláceos para la producción de etanol y, por otro, la digestión anaerobia de biomasa con alto contenido en celulosa (residuos agrícolas, ganaderos, industriales y urbanos, plantas acuáticas, etc.) para la generación de metano.