BALANCE DE ENERGÍA EN CULTIVOS ENERGÉTICOS
Un aspecto que necesita una consideración especial en los cultivos energéticos es el balance de energía. Cuando se realiza un cultivo de este tipo, además de la energía solar, indispensable para el desarrollo de los vegetales, aunque gratuita, se necesita una cierta cantidad de energía exterior que proviene de diversas fuentes, desde el trabajo muscular a la electricidad, pasando por el petróleo y sus derivados. En el análisis del balance energético de la producción agrícola hay que tener en cuenta estos dos tipos de fuentes de energía (solar por un lado y convencional por otro) de forma separada, como integrantes de las magnitudes energéticas de entrada del proceso productivo.
Cuando se analiza un cultivo energético, es necesario tener en cuenta que éste debe aportar más energía de la que recibe del agricultor, siendo, pues, una premisa básica del cultivo energético el hecho de que su balance energético sea positivo.
La estimación del consumo energético en el proceso de producción lleva a la asignación de un equivalente energético para cada uno de los siguientes componentes:
La siguiente tabla muestra un intento de comparación de la energía interna aproximada de ciertos productos agrícolas y la energía convencional consumida en su producción. Obsérvese, no obstante, que el valor correspondiente de la energía interna no es el que la planta en cuestión puede suministrar realmente, ya que los procesos de transformación de biomasa en energía útil (calor, electricidad), suelen tener rendimientos relativamente bajos (el orden del 30 al 40%).
CULTIVO | ENERGÍA CONSUMIDA
(MJ/kg) |
ENERGÍA INTERNA
(MJ/kg) |
Cereales | 4,6 | 15 |
Remolacha | 0,85 | 3 |
Patatas | 2,1 | 3,8 |
Legumbres | 2,5 | 6,3 |
Madera | 1,6 | 17 |